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¿Has pensado en usar una faja mientras haces ejercicio? Tal vez has visto a otras mujeres en el gimnasio entrenando con una, o te intriga si realmente ayuda a moldear la figura más rápido. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre hacer ejercicio con faja, sus beneficios, cuándo sí conviene usarla y cuándo es mejor dejarla en casa.

 

¿Hacer ejercicio con faja es bueno?

 

La respuesta corta es: sí, pero depende del tipo de faja y del ejercicio que hagas.

Las fajas deportivas están diseñadas para acompañarte durante tu rutina, brindándote soporte lumbar, mejor postura y una sensación de firmeza en el abdomen. Muchas mujeres las usan durante cardio, pesas o incluso rutinas intensas tipo HIIT, y les va excelente. Eso sí, es importante que no uses cualquier faja. Las moldeadoras de uso diario o las postquirúrgicas no son recomendadas para entrenar porque pueden limitar el movimiento y causarte molestias.

Beneficios de entrenar con faja (cuando se usa bien)

  • Te da soporte en la espalda baja, especialmente útil si levantas peso.

  • Mejora tu postura, ayudando a mantener el abdomen activado.

  • Aumenta la sudoración, lo que puede hacerte sentir más liviana después del entrenamiento.

  • Te hace sentir más segura y firme, sobre todo si estás retomando el ejercicio después de una cirugía o embarazo.

Pero ojo: no es un reemplazo para trabajar el abdomen. Usar la faja no elimina la necesidad de fortalecer tu core, así que úsala como complemento, no como atajo.


¿En qué momentos no es recomendable?

Si vas a hacer ejercicios que requieren mucha flexibilidad como yoga, pilates o abdominales profundos, es mejor quitarte la faja. También si sientes que te aprieta demasiado, te impide respirar bien o te incomoda al moverte.

Lo más importante es que escuches tu cuerpo. La faja debe ayudarte, no limitarte.


Consejos para usar faja al entrenar sin errores

  1. Elige una faja especial para ejercicio, hecha con materiales transpirables y cómodos.

  2. No la uses durante todo el día ni en entrenamientos demasiado largos.

  3. Lávala con frecuencia para mantenerla libre de bacterias y sudor.

  4. Ajusta bien los broches o velcros, pero sin ahorcarte. Debe moldear, no asfixiar.


En resumen...

Sí, puedes entrenar con faja, siempre que sea la adecuada y la uses con conciencia. Te dará un empujón extra para sentirte más firme, cuidada y segura en cada movimiento. Pero recuerda: tu esfuerzo, constancia y amor propio son lo que realmente moldea tu cuerpo 💪✨

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